La Reina de las Nieves

Título: La reina de las nieves | Autora: Carmen Martín Gaite

Editorial: Anagrama | Páginas: 336

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Carmen Martín Gaite es una gran escritora reconocida dentro del panorama de la literatura española. Con obras como El balneario, Entre visillos y Ritmo lento, ha obtenido grandes premios literarios y ha podido consolidarse, sin lugar a dudas, como una de las mejores novelistas del s. XX. 

La novela de la que hoy quiero hablaros es La Reina de las Nieves, publicada en una preciosa edición de Anagrama, en su colección compactos, cuya portada es obra de Conrad Roset. En este libro, Martín Gaite nos muestra una historia emotiva que gira entorno al descubrimiento personal y la maduración que experimenta Leonardo Villalba tras salir de la cárcel y descubrir que sus padres han muerto. El protagonista rememora el viejo cuento de Andersen, que le contaba su abuela, y reconoce en su ojo el mismo cristalito del espejo que se metió en el ojo de Kay. A partir de ahí, deberá buscar la solución de los viejos acertijos de la abuela, descubrir el secreto que ocultaba su padre y encontrar su propia identidad. 

Toda la historia es narrada a través de la escritura del propio Leonardo, quien decide plasmar sus pensamientos en unos cuadernos para aclarar sus ideas e intentar establecer una separación entre la realidad y sus imaginaciones. Asistimos a una expresión magistral de las dudas y los miedos que pueden asaltar a todo ser humano en un momento de búsqueda personal, en el que nos invade una sensación de soledad y una necesidad imperante de ser amados. El personaje está construido como un joven caprichoso y rebelde que comienza a madurar a partir de las consecuencias que han tenido sus actos, la cárcel, y que asume el reto que supone asentarse y encontrarse a uno mismo cuando se es huérfano, intentando reparar los errores del pasado. Además, en la última parte del libro también asistimos a la expresión de los miedos e inquietudes de Casilda Iriarte, quien tendrá un papel fundamental en la encrucijada de secretos que escondía la familia Villalba y la vieja mansión de la Quinta Blanca. Martín Gaite nos ofrece una forma de conocimiento personal y del otro a través de la escritura, y, a su vez, experimentar el crecimiento personal a través de las diferentes lecturas a las que nos aproximamos a lo largo de nuestra vida, lo que podría recordar al teórico Roland Barthes. 

"Al sumergirme la identificación con las andanzas y mudanzas de la persona que los escribía."

"He llegado de pronto a una frase que, como tantas mías, va dirigida a quien la pensaba mientras la estaba escribiendo, un 'tú' perdido. Pero además a mí, al que soy ahora."

La manera de narrar de Martín Gaite nos lleva a una melancolía profunda o a una alegría y positivismo extremo conforme sus personajes experimentan estas sensaciones. Si tuviese que achacarle algún 'pero' sería que, en algunos pasajes del libro, utiliza un lenguaje extremadamente culto que puede dificultar el entendimiento. Sin embargo, teniendo en cuenta el gran despliegue de conocimientos literarios que exhibe la autora, se podría decir que ese lenguaje culto es casi una necesidad de expresión. 

Martín Gaite nos adentra en un mundo de introspección a través de una historia que nos seduce de principio a fin.