Título: Namida Usagi. Historia de un amor no correspondido | Autora: Ai Minase
Editorial: Ivrea | Tomos: 10 | Precio: 8€
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A lo largo de diez tomos, Ai Minase nos introduce en la vida de Momoka, una chica tímida y despreocupada de instituto. La historia comienza cuando, un día, al cambiar de asientos en clase, Momoka se encuentra con que le ha tocado como compañero de pupitre Narumi, ese chico extraño del que corre un raro rumor: las chicas que se sienten a su lado nunca encontrarán el amor. Sin embargo, el paso del tiempo hará que Momoka conozca al verdadero Narumi y que surja algo más que amistad.
Namida Usagi refleja la típica historia de amor adolescente con muchos enredos que ya ha protagonizado tantas otras sagas niponas. Sin embargo, desde mi punto de vista, en este caso se le aporta una inocencia extrema que hace que el lector sienta una gran ternura por nuestra protagonista. A lo largo de cada uno de los tomos, como es propio de este tipo de historias, el drama será el protagonista, con intervalos de humor intercalados entre sus páginas. La historia se va desarrollando continuamente entre los impedimentos que le surgen a Momoka para poder expresar sus sentimientos.
Cada uno de los personajes tiene una fuerte personalidad que los encasilla en personajes prototipo: Momoka es la chica inocente e indefensa que necesita de la ayuda de sus compañeros para alcanzar el amor, Narumi es el chico reservado que parece estar siempre ocultando algo, Amano es el mejor amigo de Narumi que, sin embargo, no puede evitar enamorarse de Momoka y cuidarla ante cualquier situación...
En cuanto al estilo de dibujado, solo puedo decir que es simplemente precioso. Por una parte, en cada tomo se aprecia una simbiosis perfecta entre las emociones de los personajes y la forma en que se plasman en el manga. Además, conforme los personajes van creciendo, pasando de curso y madurando con cada una de las experiencias a las que hacen frente, van cambiando, a su vez, sus rasgos físicos, no se mantienen estancados en una caracterización infantil. Por otra parte, es muy frecuente ver dibujos de estilo kawaii y chibi que hacen que aumente la empatía hacia los personajes y que al lector se le escape alguna sonrisilla en momentos donde la tensión dramática es un poco más palpable. Es una serie que, por su estilo de dibujado, nos invitará a sorprendernos continuamente con la ternura que refleja cada una de las escenas. Me ha gustado mucho que se deje mucho espacio a la imaginación en determinadas situaciones lo que hace que el lector suponga momentos que, pese a que no se dibujan expresamente, se sabe que han sucedido. En mi opinión, se establece un juego con el lector, el cual hace que este se mantenga completamente inmerso en la historia y que, con cada tomo, se mantenga la tensión que nos invita a seguir leyendo.
A todo aquel amante de las historias de amor más allá de cualquier obstáculo, estoy segura de que le encantará esta serie. Es una historia muy sencilla pero en la que se empatiza rápidamente con cada uno de los personajes y que mantiene al lector atrapado con cada giro de los acontecimientos. Momoka y Narumi muestran la inocencia de un primer amor, los fallos que pueden cometerse, las dudas ante lo que se debe hacer o no... de una manera que hacen que el lector se sienta identificado con ellos.
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