Cada noche, cada noche

Título: Cada noche, cada noche | Autora: Lola López Mondéjar

Editorial: Siruela | Precio: 15'90€   

Sinopsis

Dolores Schiller ha sido desahuciada por los médicos: su cáncer es terminal. Desde la conciencia de su muerte quiere sacar a la luz la verdadera historia del secuestro y violación de su madre, a la que todos conocemos como la famosa Lolita de Nabokov. Con este propósito, inicia un largo viaje a través de los diarios de su madre y de Europa en busca de la verdad sobre su propio pasado, reflexionando también sobre su propia vida y las diferencias entre una niña estigmatizada por el deseo sexual de los hombres, su madre, y ella misma, una mujer asexual. 

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Lola López Mondéjar nació en Molina de Segura en 1958. Es psicóloga clínica, psicoanalista y escritora. Durante cinco años fue columnista del diario La Opinión, de Murcia, donde tenía una sección semanal, Desde el diván, en la que reflexionaba sobre el periodismo literario actual. Este periodismo literario le llevó a publicar su primera novela en 1997, Una casa en la Habana. Por sus distintas novelas ha recibido numerosos premios, como Libro Murciano en el año 2000. 

Desde 1999 a 2009, coordinó el Programa literario La mar de letras en el que han participado escritores como Ignacio Padilla o Elsa Osorio y, desde 2005, ha coordinado diferentes talleres de escritura creativa en la Biblioterca Regional de Murcia que han tenido mucho éxito. 

Cada noche, cada noche se nos presenta como una especie de testamento mediante el cual, Dolores Schiller quiere redimir la imagen popular que se ha extendido de su madre, mediante la obra de Nabokov. Una Dolores madura quiere culminar antes de su muerte el gran trabajo de investigación de su vida, que inició con veinte años, y que le permitiría limpiar el nombre de su madre, Lolita, y dejar un legado de su vida en la historia. El empeño de Dolores es alejar del lector la imagen de desvergonzada y seductora que se le ha atribuido a lo largo de la historia a la joven niña que un día viajó con Humbert Humbert y mostrar la visión que tenía el propio Nabokov de lo que había escrito: la realidad de una niña que, tras perder prematuramente a sus padres, había sido secuestrada y violada reiteradamente. 

Mediante el uso de los diarios, tanto de la pequeña Lolita y la joven Dolores Schiller como, posteriormente, la mujer madura al borde de la muerte, López Mondéjar remueve la conciencia del lector y le permite sentir en primera persona cada uno de los sentimientos experimentados por estas tres voces. Cuando la Dolores madura se dirige a los lectores, crea la sensación de estar realmente en presencia de los mismos, como si de una conversación se tratase, en la que se reflexiona sobre la soledad, la muerte, la culpa... Tras esclarecer la verdad oculta tras la ficción, Dolores Schiller se nos sincera y alivia la angustia que genera en ella la muerte. 

Mediante esta novela, López Mondéjar homenajea al gran autor ruso, creando una continuación en la que se imprime la visión que el autor quería que se tuviese de su obra: una niña indefensa que es violada. La autora nos muestra una niña que, tras perder a su padre, busca una figura paterna que supla su ausencia, una niña que se aferra al primer hombre que convive con ella tras la muerte de su padre para recuperar esos sentimientos paterno filiales, sin ningún atisbo de deseo sexual, impropio para su edad. Tras la novela, se incorporan algunos testimonios del propio autor que respaldan esta idea y que reclaman una correcta interpretación de la historia que se ha narrado. 

Es una novela muy interesante, que permite al lector plantearse un punto de vista completamente alejado de la visión erótica que se ha hecho de la novela de Nabokov. A lo largo de sus páginas, se puede apreciar fácilmente la investigación que la fundamenta y un gran conocimiento literario. Este es el único punto que puede dificultar la lectura de la novela ya que, si no se conoce previamente la novela del autor ruso, no se puede apreciar en su totalidad la de la autora murciana. Tiene un carácter metaliterario que requiere un extenso conocimiento previo del lector. Pese a todo, invito al lector a adentrarse en ambas novelas y disfrutar del placer de su lectura, algo de lo que, seguro, no se arrepentirá.