Ninette y un señor de Murcia

Título: Ninette y un señor de Murcia | Autor: Miguel Mihura
Editorial: Austral | Páginas: 109

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Andrés es un señor que ha nacido, crecido y vivido toda su vida en Murcia, en las faldas de una adinerada tía suya que, lamentablemente, acaba de morir. Con la herencia que ha recibido, Andrés decide salir de la pequeña patria chica e ir a conocer el gran icono de la libertad que era París durante los años sesenta. Sin embargo, una vez en la "Ciudad de la Luz", al llegar a la pensión que le ha buscado su amigo Armando, conocerá a una familia de exiliados españoles, de cuya hija, Ninette, se enamorará perdidamente, hasta el punto de no abandonar la pensión en ningún momento.


Miguel Mihura fue un dramaturgo español que renovó completamente el teatro tras la Guerra Civil española mediante el enredo y el absurdo. En sus obras intentó ocultar el pesimismo y el desencanto por la situación tras la guerra. Junto a Tres sombreros de copa, Ninette y un señor de Murcia representa perfectamente el corte cómico-costumbrista que adoptó el teatro en aquellos años.

A lo largo de la obra, los contrastes entre España y Francia son continuos, aunque quizá lo más llamativo sea la mezcolanza de idiomas que se materializa en boca de la familia de exiliados españoles. Ambas culturas se juntan para formar una sola, creando un ambiente muy peculiar, adecuado al absurdo de la obra. Muy sutilmente, Mihura ofreció con esta comedia una ventana hacia la crítica de la sociedad franquista del momento, en la que el amor hacia la tierra es más patente en los exiliados que en los que se quedaron al abrigo del régimen. Se intenta ocultar en todo momento el pesimismo y desencanto ante la falta de libertad, reflejada sobre todo en las relaciones amorosas. Sin embargo, la nueva vida de muchos en Francia no consiguió sustituir la mentalidad de los exiliados:

"NINETTE.-Papá, voy a tener un hijo de monsieur Martínez. Es verdad.
PEDRO.- ¿Que es verdad? ¿Has dicho que es verdad?
NINETTE.- Sí, papá.
 (PEDRO, de un golpe, deja su vaso sobre la mesa. Su actitud ha empezado a ser melodramática.)
PEDRO. - ¿Que este señor, en mi propia casa, se ha permitido...?"


Actores: Natalia Sánchez, Miguel Rellán y Jorge Basanta

Continuamente nos lleva Mihura hacia una verborrea lingüística, sin sentido, que hará que como Andrés, nos sintamos abrumados. Los personajes, magistralmente caracterizados, representan estereotipos que cualquier lector que sepa algo de la España del momento sabrá identificar: Pedro refleja a los simpatizantes del bando republicano, desencantado con los resultados de la guerra; Andrés, el provinciano que no ha conocido más mundo que su patria chica y está ansioso de poder cotillear con sus conocidos sobre sus peripecias en la gran ciudad; Armando, el exiliado que quiere ocultar su situación para enaltecerse a sí mismo...

Conforme avanza la obra, que comienza con un sueño realizado por parte de Andrés, como es el de viajar a París, el lector se ve encerrado en una situación claustrofóbica propiciada por la represión de la sexualidad. Aunque en clave cómica, Mihura supo entretejer una tragedia en la que el fin último, tanto en el extranjero como en España, es el matrimonio impuesto como castigo, en la que la sociedad acaba asfixiando las ansias de libertad.

"NINETTE. - ¿Es que no te gusta París?
ANDRÉS. - Y ¿cómo quieres que lo sepa, córcholis, si todavía no he puesto los pies en la calle?
NINETTE. - Es verdad, claro, pobrecito. ¡Pero cierra la ventana, por favor, que yo no la vea!
ANDRÉS. - Sí, hija, sí. Pero no des tanto la lata, que todavía no nos hemos casado."

Actores: Jorge Basanta y Natalia Sánchez


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