Elizabeth Bathory. La condesa sangrienta

Título: Elizabeth Bathory. La condesa sangrienta | Autores: Pascal Croci y Françoise-Sylvie Pauly
Editorial: Norma | Precio: 16€       

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En las sombrías tierras húngaras, los cuentos y las leyendas de terror acerca de vampiros y hombres lobos se mezclan con la realidad de los hombres y pasan a formar parte de su historia. La más famosa de ellas, quizá, sea la de "la condesa sangrienta", quien asesinó a más de 650 jóvenes en su macabro intento por mantenerse joven y bella eternamente. 


Erzsébet Bathory nació en Nyirbator (Transilvania) en 1560 en el seno de una familia aristocrática. Recibió desde pequeña una amplia formación, inusual pese a su condición de noble, que le permitió hablar con fluidez el húngaro, el latín y el alemán. Además, su belleza era muy conocida en la época. A los 15 años, fue obligada a casarse con Ferecz Nádasdy, un joven soldado, conocido como "el héroe negro", que se pasaba la mayor parte del tiempo batallando contra los otomanos. Las largas jornadas de soledad hicieron que Erzsébet se obsesionase con detener los estragos del paso del tiempo y mantener su belleza. Comenzó a practicar, según cuenta la leyenda, la brujería, aconsejada por su nodriza, pero no fue hasta la muerte de su marido en 1604, cuando su sadismo se desencadenó en toda su intensidad. Cuentan las historias que un día, una joven sirvienta le tiró del pelo mientras la peinaba y que, presa de la ira, la condesa la golpeó, haciéndole sangre y que, casualmente, esta le salpicó en la mano. Al ver la sangre sobre su mano, sintió que su piel se tersaba y se rejuvenecía y fue en ese momento cuando comenzaría su sendero de muertes para mantener su belleza, creando los instrumentos de tortura más sorprendentes. En 1611, fue condenada, por la muerte de 650 jóvenes (a las que torturó, mutiló, desangró y asesinó), a la reclusión de por vida, hasta que finalmente, murió en 1614, tras haber estado 3 años encerrada en sus aposentos de Csejte, presa del frío y del hambre.

En esta fantástica edición, de la mano de Norma Editorial, Pascal Croci y Françoise-Sylvie Pauly nos ofrecen una combinación de la leyenda de la condesa sangrienta y de Drácula, en forma de novela gráfica para adultos (contiene ilustraciones de desnudos y relaciones sexuales explícitas). Croci y Pauly nos sumergen en una atmósfera sobrecogedora y gélida que nos hace sentir, en nuestra propia carne, los desvaríos de la bella condesa. Todas las ilustraciones se elaboran en torno a una gama de colores fríos que nos hacen sentir la inefabilidad del tiempo y de los acontecimientos que se nos narran. Está muy presente a lo largo de la historia, mediante las ilustraciones, la adversidad del tiempo atmosférico y, desde mi punto de vista, la frialdad de sentimientos que se quieren atribuir a la condesa. Se nos describe como una persona fría y calculadora, con un corazón congelado por las adversidades que ha sufrido desde su infancia. 

Ilustración de Pascal Croci
El estilo de dibujado se adapta perfectamente al aire gótico con el que se nos presenta la historia. La trama se va desarrollando mediante saltos narrativos entre Jonathan Harker (personaje de Drácula) y la propia voz de la condesa. Jonathan recibe el diario de Bathory tras escapar del castillo de Drácula, mientras es atendido por las monjas en su convento. Como si nosotros mismos estuviésemos leyendo el diario, conocemos entonces la historia de la voz de la propia condesa. Toda la novela se articula en un complejo guión pero que el lector puede comprender fácilmente. Llama la atención, desde mi punto de vista, que en muchas ocasiones las palabras de Pauly no se corresponden con las imágenes de Croci, pero seguramente esto es intencionado y creo que le otorga una gran fuerza propia, tanto a la historia como a las imágenes. Al igual que se contraponen continuamente las visiones de Harker y de Bathory, Croci juega también mucho con la contraposición de luz y oscuridad. Hay dobles páginas que presentan un estilo minimalista, completamente iluminador, en las que, en medio de paisajes exteriores cubiertos completamente de nieve, intuimos pequeñas siluetas.

Ilustración de Pascal Croci
Un detalle que me gustó mucho es que, pese a la intertextualidad del relato (al mezclar elementos de las leyendas de la condesa sangrienta y Carmilla y del libro de Drácula de Bram Stoker) que altera la leyenda original, al final de esta edición se incluye un apartado de extras en el que los autores explican cuál es la verdadera leyenda, qué otras interpretaciones se puede hacer de ella y un árbol genealógico de la casa de Tepes (familia a la que pertenecía el conocido popularmente como Vlad "el empalador"). Así los autores muestran, a mi parecer, un cierto respeto histórico y fomentan la curiosidad para aquellos lectores que siempre queremos saber más, que queremos saber qué puede haber de verdad en el mito y qué puede haber de fantástico en la historia.

Por otro lado, también se incluyen ilustraciones adicionales que me han parecido aún más impresionantes que las que se incluyen en la propia novela, mostrando un aspecto más indefenso y delicado de Erzsébeth. Sin duda, esta novela gráfica es magnífica para todos aquellos amantes de las ilustraciones al antiguo estilo gótico y de las leyendas más sangrientas.

Ilustración Pascal Croci

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